lunes, 17 de octubre de 2011

El carrito de los helados

Casi dos meses después de mi última entrada vuelvo a escribir en el blog... Imagino que todos entenderéis y disculparéis la tardanza, pero puedo prometer y prometo que este blog sigue activo y que en el tiempo que nos queda en este país no vamos a dejar títere sin cabeza. He dicho.

Así que sin más demora... ahí vamos...

Imaginad una tórrida tarde de verano... Hace casi cuarenta grados, el sol quema la piel de los hanfordianos que recurren a la sombra para poder soportar el calor. Las calles están desiertas, todos están en sus casas, disfrutando del aire acondicionado o de la piscina, los más afortunados. El silencio reina en la calle... De repende, suena una musiquita... un soniquete repetitivo... es el camión de los helados...

Decenas de niños salen a la calle en bañador, seguidos de sus padres con la cartera bajo el brazo...

Hasta este momento todo es igual que en las películas, todo es idílico... hasta que ves como es en realidad el camión de los helados...



Así es, el famoso camión de los helados no es más que un trasto viejo, una furgoneta desvencijada reconvertida en heladería ambulante donde, seguramente, el congelador no tiene potencia suficiente para mantener los helados en condiciones... Efectivamente amigos... .se perdió el glamour...

1 comentario:

  1. Bah, mientras estén buenos como si te los sirve un mejicano con las uñas negras jajajaja. David

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