Gracias al cine hemos idealizado la ciudad de Los Ángeles como un lugar mágico, donde todo es posible, donde la magia del cine puede hacer realidad cualquier sueño, sobretodo el sueño americano: llegar y triunfar. Pero en realidad L.A. es una ciudad bastante decadente, con muchos barrios pobres, con muchos sin techo, con calles sucias y grises. Pero claro, nos han vendido Hollywood, Beverly Hills, Bel Air... donde hay gente que vive muy bien.
Con todo, si uno quiere dejarse llevar hay muchos sitios interesantes que descubrir como el Museo de Ghetty, el muelle de la Playa de Santa Mónica (donde empieza la famosa ruta 66) o un tour por los estudios de cine donde, por unas horas, puedes soñar que formas parte de la tripulación del Apolo XIII o sentirte Steven Spielberg.
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