sábado, 31 de julio de 2010

Encuentros in/esperados

El lugar común "el mundo es un pañuelo" se vuelve cierto cada vez que sales de viaje. ¿Quién no se ha encontrado a alguien de su pueblo al otro lado del mundo? Pues sí, nosotros también.
Os pongo en situación. Primera noche en San Francisco. Decidimos salir a cenar a un bar de blues (recomendable el Biscuits & Blues) con música en directo. A la vuelta, casualidades de la vida, nos encontramos con Dani y Belén (residentes en Zaragoza y compañeros de trabajo de Luis), que estaban cenando en un restaurante italiano justo al lado de nuestro hotel.
Como muestra, esta foto. Por cierto, Lucía genial posando como Hanna Montana.



Más encuentros, aunque este totalmente esperado ya que nos estuvimos llamando millones de veces para poder quedar: cenita con Ana.

Tras una corta visita al estadio de los San Francisco Giants, la recogimos en el centro de investigación y nos llevó hasta su antiguo barrio, Mission, la zona latina de SF. Por cierto, los murales, casi todos pintados por mujeres, son dignos de ver. Luego nos llevó a su nuevo barrio, Haights, la zona hippy, también muy recomendable.


viernes, 30 de julio de 2010

San Francisco (vol. 2)

Amanece, que no es poco, en Francisco. La luz entra a raudales por la ventana, y nos recuerda que es hora de despertar. ¿Por qué los americanos no conocen las persianas? ¿O por lo menos las cortinas opacas? Tras desayunar opíparamente (es decir, como Dios) en el buffet del hotel, sopresa, grave dolor estomacal, con la consecuente visita al señor doctor americano que nos ha soplado 200 pavos por una receta. En fin, ¡viva la sanidad americana! Una vez repuestos iniciamos el trayecto de esta segunda jornada franciscana (por cierto, chiste de mi hermano: En San Francisco, ¿la cerveza es franciscana? jejejeje).

Nos acercamos aguerridos al final de Powell, que es donde empiezan los antiguos y famosos tranvías, y de camino observamos en la lejanía una cola de tres pares de cojones para montar en el "Cable car" dichoso. Dicho sea, que como buenos españoles que somos, la expresión vino enseguida..."Ostia, pues va a hacer cola tu p... m...", y en menos de dos minutos descubrimos que en todos los semáforos rojos, el tranvía paraba y te podías montar en marcha, que era precisamente lo que hacía todo hijo de vecino autóctono menos los turistas americanos (les mola hacer cola más que a un tonto un lápiz).



La verdad que el tranvía es digno de ver, funciona con un sistema de inercia que necesita dos personas. Uno es el señor conductor de primera que pasa de tu .... y se dedica a canturrear lo que le viene a la cabeza y otro es el "acomodador-frenador" que manda más que el Papa. Básicamente el acomodador te cobra, te sienta donde más le conviene para el centro de gravedad del tranvía (si no te gusta ... te jodes) y entretanto acciona o libera un freno de inercia trasero que regula la velocidad del tren. Por cierto, no te acerques al freno ni de blas que te muerde el cascabón, porque como se te ocurra liberarlo en mitad de una "cuestecita de bajo gradiente" de estas que se estila por aquí te haces famoso por ser el primer tranvía que atraviesa la velocidad del sonido....



Montados en el tranvía llegamos al Pier 39, un muelle bastante pintoresco lleno de restaurantes y tiendas de souvenirs. ¡Vamos! Un clásico para las turistadas, pero había que verlo.



Con todo, las vistas de Alcatraz desde el Pier 39, y del resto de la bahía, valen la pena.



Y te puedes encontrar curiosidades como esta:



Para acabar el día visitamos el Ayuntamiento de la ciudad y el Civic Center:



Bueno, ya os contaremos más. Besos desde San Paco.

miércoles, 28 de julio de 2010

Mi Querida San Francisco

Buenas a todos:

Primer día de verdad en la ciudad Cosmopolita de Santo Paco. Tras registrarnos en el consulado y perder nuestro empadronamiento en el pueblo después de 30 añazos como Duruelo y Almussafera, nos hemos dado el gustazo de bajar Lombard St. y atravesar el barrio de Marina (la Malvarrosa San Franciscana) para cruzar el GOLDEN GATE, no sin antes parar en el H&M y comprar una chaqueta porque hace rasca-mamá. La verdad es que cruzar el Golden Gate es una sensación como de nudo en el estómago. Es impresionante, no sólo la construcción en sí, que en los años 30 significaría una obra faraónica, sino el hecho de guardar en la mente las millones de veces que has visto esa imagen en la pequeña o en la gran pantalla y ahora está en tu retina. El día era soleado y precioso la verdad, y la imagen de la bahía, el downtown al fondo junto con Alcatraz a plena vista es un escenario que pienso repetir cada vez que alguien querido se atreva a visitarnos...Ejem Ejem.



Tras darno el gustazo, nos hemos acercado a Sausalito a ver si pispábamos a Isabel Allende dando un garbeo por allí, pero al final no ha podido ser...se ve que estaba inspirada escribiendo en casa. Pero bueno, la comida en la bahía de Sausalito con SF a tu vera se ha convertido en otra hazaña repetible para los antes citados aguerridos visitantes...



Antes de volver al hotel, hemos pasado a otear el horizonte desde la Coit Tower al atardecer y tomar un cafelito enfrente de la iglesia de St. Paul en la Little Italia. La iglesia es muy chula, aunque no le llega a la suela de cualquiera de las Españolas. Es famosa porque allí se casaron Marilyn Monroe y Joe Dimaggio...



En fin, bonito día que estaremos gustosos de repetir cuando vengáis a vernos...

Saludos desde San Paco.

domingo, 25 de julio de 2010

Primer dia en L.A.

Ya os he contado lo primero que hice nada más llegar a los States: visitar Holllywood, en Los Ángeles. La verdad es que hay poco que ver. Empezamos el recorrido por el Paseo de la Fama, leyendo una a una las estrellas de los famosos. Como curiosidad os diré que no sólo hay actores inmortalizados en estas estrellas, también deportistas, músicos o periodistas, en fin, todo el elenco de personajes famosos de esta ciudad.
Siguiendo el camino de estrellas de famosos, como Dorothy siguiendo el de baldosas amarillas, llegamos al Kodak Theatre, actual escenario de la ceremonia de los Oscars. Sinceramente, un poco cutrillo. Eso sí, os dejo una imagen para el recuerdo.

Siguiendo por Hollywood Boulevard me encuentro con esto...

La unidad móvil de la ABC... En fin, enferma de trabajo... No llevo ni un mes sin trabajar y ya lo hecho de menos... y no me queda nada...
Bueno, mejor no pensar en eso, así que vuelvo a la historia.
Tras unas cuantas estrella más llegamos al Teatro chino y luego... pues nos damos la vuelta, porque c'est fini...
Llegado este punto no nos quedó más remedio que coger el coche para ir a buscar el mítico cartel de "Hollywood" que, aunque lo parezca no está donde todo lo demás sino a unas cuantas millas. Y nos costó encontrarlo, algo así como media hora de coche, que no sé cuantas millas ni kilómetros son pero a mi se me hizo eterno. Y es que en L.A. tienes que ir en coche a todas partes porque el transporte público brilla por su ausencia. Nosotros, gracias al navegador Garmin (que le da mil vueltas al tomtom) conseguimos llegar a todas partes. Y como muestra, un botón.

sábado, 24 de julio de 2010

Primera parada: Hollywood

Primera toma de contacto con Los Ángeles: Hollywood. ¿Qué contar?. MOLA. Eso sí, te lo ves en media mañana.

Entre ganadores de Oscars, alfombras rojas y estrellas del Paseo de la Fama te recorres los pocos cientros de metros que suponen el Hollywood mítico.

Seguiremos informando... nos espera Avila Beach y una cenita con vistas al pacífico.