lunes, 7 de febrero de 2011

El auténtico oeste

Otro post aparte merece el viaje de vuelta de Santa Bárbara. Nuestro querido GPS eligió que, en lugar de llevarnos por una carretera estatal, era mucho más interesante que atravesáramos un puerto de montaña con todas sus curvas, subidas y bajadas, para que apreciáramos un poco más la geografía californiana.
Y no se equivocó. Este paseo campo a través ha sido todo un descubrimiento que nos ha hecho descubrir la América Profunda, es decir, el auténtico Oeste americano.
Y para muestra, un botón, bueno, concretamente cuatro.

La primera foto no tiene desperdicio, es la puerta de entrada al Rancho Creston Hills, en algún lugar de las montañas que separan la costa californiana del Valle de San Joaquín. Los señores de Creston Hills tienen un rancho que abarca hasta donde la vista alcanza, de hecho su casa no se ve desde la carretera. Yo me imagino al padre y al hijo a caballo, oteando sus tierras desde lo alto de una colina y diciendo: "Hijo, todo lo que ahora ves, algún día será tuyo".


Luego están los ranchos modestitos, o abandonados, pero que ofrecen estampas tan tradicionales como este granero destartalado al que, según parece, aún le dan uso.


Finalmente, este molino de viento que tienen todos los rancheros en sus tierras y que tanto recuerda a los westerns. Tal vez la única diferencia es que en el desierto de Almería no había tanta hierba verde.


Y para terminar, una última parada. Hemos encontrado el lugar donde falleció James Dean en un accidente de coche. Y yo que siempre pensé que sería en algún lugar más glamuroso...

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