viernes, 27 de agosto de 2010

El Farmers' Market

Escribo estas líneas con un tremendo dolor de cabeza. Sí, hoy es viernes y anoche salí. Es lo que tiene Hanford, que sólo hay ambiente el jueves por la noche, así que no podemos perdonar ni uno solo. Creo que en otro post ya os conté que todos los hanfornianos salen de repente a la calle el jueves por la tarde, a eso de las seis, y toman las calles del centro en lo que aquí viene a llamarse el "Thursday night Farmers' Market", o sea, el mercadillo de los granjeros del jueves por la noche. Que bueno, eso de "noche" es relativo, teniendo en cuenta que lo hacen desde las 6 hasta las 9, y el sol está en todo lo alto. Es como lo que ocurre cuando te invitan a una barbacoa, que vas a cenar con las gafas de sol puestas. Pues aquí es igual.
Así que, anoche, como cada jueves. Nos preparamos para nuestra cita semanal con el Farmer's Market.



Una vez allí compramos uvas, compramos higos, nectarinas, melocotones, y todas las delicias frutícolas que nos ofrecían, a precios razonables, los granjeros locales.
Como ya es la tercera vez que vamos, ya hemos instaurado una tradición. Tras las compras toca ir a la berbena.


Porque al final de la calle han montado un chiringuito con mesas y sillas, cerveza, vino y una orquesta con música en vivo. Anoche eran mejicanos, así que por lo menos estábmos un poco más en nuestra salsa, aunque normalmente son grupos country, y la gente se pone a bailar en fila, tipo Coyote, el "no rompas más mi pobre corazón", pero en versión hanforniana. Creo que la foto no hace justicia, la próxima vez grabaré un video para que veáis que arte tienen bailando.

Siguiendo con nuestra tradición pues, entramos a la zona de "alcohol y baile" para la cual tienes que ser mayor de 21 años. Así que cuando entras te ponen una pulserita de colores, como la de los todo incluido de Punta Cana, y cuando vas a pedir una cerveza te miran que lleves puesta la pulsera para poder venderte alcohol. En fin, que imaginaos a los tremendos americanos que llegan allí, se sientan en una mesa a las seis de la tarde y empiezan a beber cerveza tras cerveza, hasta las nueve de la noche que cierran el chiringuito.

Después del baile, nuestra tradición nos manda ir al "Lush", que es como el único bar del pueblo que vale un poco la pena. Es una vinoteca de día, y bar de vinos de noche, y afortunadamente está abierto hasta eso de las diez o las once de la noche. Ayer vinieron con nosotros los australianos, que son gente muy maja y bastante más normal que los autóctonos.


Y no podía acabar sin hablaros de Mitch, que es el jardinero, y que tiene a bien venir todos los viernes por la mañana, para ayudarme a pasar mejor la resaca con esa máquina infernal, que hace un ruido tremendo, que hace volar las hojas. Gracias Mitch, creo que voy a por un ibuprofeno, ¿quieres uno?

1 comentario:

  1. Otro para mi!!!

    Lo que desde ya sabemos afirmar de América es que estamos enamorados extrañamente de ella. Y ese amor, como todo gran amor, es una prueba de...
    Oye un abrazooooo!!!!!

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