miércoles, 18 de mayo de 2011

Ketchikan o la ciudad de los Totems

Ketchikan ha sido la parada más comercial de nuestro viaje. Es la típica ciudad donde los cruceros paran para que gastes dinero. Hay una tienda cada dos pasos, guías pirata vendiéndote excursiones en cada esquina y todo tipo de pseudo-atracciones turísticas que cuestan un ojo de la cara. Por todo ello, decidimos no hacer ninguna de ellas y visitar la ciudad a nuestro ritmo.

Lo primero que nos llamó la atención fue la cantidad de totems que hay repartidos por toda la ciudad. La mayoría de ellos están elaborados a partir de troncos de cedro y representan figuras de animales. Por lo que pudimos leer se erigieron en honor a los diferentes jefes o guerreros de las tribus locales. Cada uno de estos jefes era asociado a un tipo de animal por las virtudes y cuálidades de este. Dicho animal era tallado en la parte superior del totem y se creía que protegía a toda la tribu, de manera de todos los miembros de ella se "contagiaban" de las cualidades de ese animal.




Pero también encontramos otras curiosidades menos políticamente correctas pero tan antiguas como los propios totems.


Esta foto corresponde a Creek Street, la calle de los prostíbulos de Ketchikan. Hay que tener en cuenta que hace unos 100 años, cuando se desató la fiebre del oro, este fue uno de esos lugares a los que la gente acudió en busca el preciado metal. La multiplicación de la población hizo que proliferaran este tipo de locales.



De todos modos tampoco es que sea sorprendente encontrar prostitutas en una ciudad de Alaska. Lo que realmente nos llamó la atención fue que existía un sendero para que los hombres casados pudieran llegar, sin ser vistos, a este callejón. ¡Si es que listillos los hay en todas partes!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario